LD.-Las Fuerzas Armadas de Bolivia dieron de baja por sedición a 702
militares de bajo rango que manifestaron en las calles en demanda de
reformas institucionales, en un inesperado desenlace que podría agravar
una de las mayores crisis de la historia castrense.
El mando único de las tres armas -Ejército, Aviación y Armada- comunicó
que la baja se debe a que los insubordinados que tomaron parte de los
reclamos están "cometiendo actos de sedición y motín".
La institución castrense "descansa en su jerarquía y disciplina, es
esencialmente obediente, no delibera y está sujeta a las leyes y los
reglamentos militares", hizo notar el Comando en Jefe de las FFAA.
Los 702 dados de baja se suman a otros 13, los primeros en ser separados esta semana de la entidad uniformada.
En sintonía con el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, que había
tildado previamente de política la protesta, el mando militar acusó a
los suboficiales y sargentos "que deliberadamente faltaron a sus puestos
de trabajo" de "realizar acción política y atentar contra la dignidad y
honor" de la institución.
Una Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas
Armadas (Ascinalss) había declarado el lunes "huelga indefinida" y
convocado a manifestaciones callejeras en contra de reglas internas que
impiden el acceso a cargos superiores y a institutos de enseñanza y
capacitación a los subalternos.
Los insubordinados habían
denunciado también actos discriminatorios por razones étnicas y de
formación y planteado la vigencia en la institución militar de la nueva
Constitución impulsada por el presidente Morales, indígena aymara, que
enarbola la igualdad de raza y género.
Los militares de bajo rango, mayoritariamente aymaras o quechuas,
provocaron al poder político al convocar a una multitudinaria marcha a
los "ponchos rojos", una aguerrida dirigencia aymara, aliada del
presidente Morales.
"Esta es una movilización para eliminar la discriminación dentro de las
Fuerzas Armadas. Somos unos 4.000 suboficiales marchando, y también lo
hacen en otras partes del país", dijo a la AFP el suboficial Freddy Suco
Jayo, uno de los líderes de los uniformados.
En Bolivia hay unos 10.000 militares de bajo rango, de un total de casi 40.000 miembros de las FFAA.
La baja obligatoria "es una provocación (..), pienso que deberían
pensarlo muy bien antes de emitir las bajas", dijo a periodistas un
suboficial insubordinado que reclamó anonimato, mientras mantenía una
reunión evaluadora con sus camaradas alzados.
El representante de la fuerza aérea a dijo que la baja "es una muestra
de cómo actuó históricamente el mando militar ante nuestras demandas,
siempre tuvo como respuesta la negativa, la represión. Una actitud
discriminadora porque siempre nos vieron como a personas inferiores".
A la protesta se sumaron las esposas de los uniformados. "Cada vez somos
más mujeres de militares en la huelga de hambre", sostuvo Sandra López,
dirigente del sector, aunque no precisó el número, mientras medios
locales cifran el guarismo en unas veinte.
Tanto militares como sus esposas definirán en las siguientes horas nuevas medidas de presión, según anticiparon los dirigentes.
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