LOS ANGELES— Una pareja del norte
de California que paseaba a su perro en su propiedad se topó con una bonanza de
la época moderna: 10 millones de dólares en monedas de oro poco comunes en
perfecto estado enterradas a la sombra de un árbol viejo.
Casi todas las 1.427 monedas, cuyas fechas de
emisión oscilan entre 1847 y 1894, están como si acabaran de ser acuñadas, sin
haber circulado, dijo David Hall, cofundador de la empresa Professional Coin
Grading Service (Servicio Profesional de Calificación de Monedas), con sede en
Santa Ana, que recientemente las declaró auténticas.
Aunque el valor nominal de todas juntas solo
suma unos 27.000 dólares, algunas de ellas son tan difíciles de conseguir que
los expertos en numismática consideran que podrían alcanzar un precio de casi
un millón de dólares cada una.
"No me gusta decir que se trata de una
oportunidad que sólo ocurre una vez en la vida para ninguna cosa, pero uno
jamás obtiene una oportunidad de manejar este tipo de material, un tesoro como
éste", dijo el veterano numismático Don Kagin, que representa a los que
encontraron el alijo. "Es como si hubieran hallado la olla de oro al final
del arcoíris".
Kagin, cuya familia lleva 81 años en el
negocio de las monedas raras, no quiso decir mucho acerca de la pareja salvo
que son marido y mujer, son adultos de mediana edad y han vivido varios años en
esa propiedad rural en la región aurífera de California, donde fue hallado el
tesoro. Desconocen quién lo puso allí, señaló.
Ambos decidieron permanecer anónimos, dijo
Kagin, en parte para evitar una renovada fiebre del oro hacia su propiedad por
parte de gambusinos modernos armados con detectores de metales.
Y tampoco quieren ser tratados en forma
distinta, señaló David McCarthy, numismático en jefe de Kagin Inc. del poblado
de Tiburón.
"Lo que les preocupa es que esto cambie
la forma en que todo el mundo los vería, y están bastante contentos con el
estilo de vida que llevan", señaló.
Su plan es vender la mayor cantidad de las
monedas a través de Amazon y guardar algunas de recuerdo. Usarán el dinero para
pagar facturas y hacer donaciones anónimas a organismos locales de caridad,
dijo Kagin.
Lo que hace que el hallazgo sea especialmente
valioso, manifestó McCarthy, es que casi todas las monedas están en excelente
estado. Eso significa que quienquiera que las haya enterrado probablemente lo
hizo en cuanto entraron en circulación.
Las monedas, en denominaciones de 5, 10 y 20
dólares, fueron almacenadas en seis latas en orden más o menos cronológico,
dijo McCarthy. Las fechas y el método en que fueron guardadas indican que la
persona que las colocó allí estaba usando la tierra como su banco personal y
que no fueron obtenidas todas de un tirón en un asalto.
Fueron localizadas en una sección de la
propiedad que la pareja llamó Saddle Ridge, por lo que Kagin le puso al
hallazgo el nombre de Tesoro de Saddle Ridge. Cree que pudiera ser el mayor
descubrimiento de este tipo en la historia de Estados Unidos.
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